Saratoga – Blue jazz club
Elegante donde los haya y sofisticado como ninguno… Así definiría a este restaurante de altura, altura por su localización y altura por la exquisita gastronomía que se esconde tras él. Te voy a hablar de su restaurante en la séptima planta del hotel, el Blue Jazz Club, pero también completo este artículo dándote una pincelada de información sobre el restaurante a pie de calle, el Gastrobar tapas.
UN EXQUISITO DESCUBRIMIENTO
✅ Visité el Blue Jazz Club hace algunos años, disfruté de la música en vivo y de sus cócteles. Tenía un recuerdo vago e impreciso, ni siquiera estaba segura de si se podía comer, así que mi reciente visita al restaurante fue todo un descubrimiento. Se puede comer y cenar, y el entorno es sumamente sorprendente. El hecho de poder comer una deliciosa carta sobre las maravillosas vistas de la ciudad, poder disfrutar de un entorno selecto, un ambiente relajado, una decoración exclusiva o de poder cenar con música en vivo, es algo que escasea en Palma. En todas mis visitas a grandes ciudades disfruto siempre de algún rooftop, y siempre he deseado que en Palma hubiera más y mejores. He de decir que salí encantada del Blue Jazz Club, enamorada y tremendamente ilusionada de poder contarte mi experiencia en este restaurante. Así que aquí te lo presento y te cuento mi vivencia, como siempre, con total sinceridad.
✅ Nada más entrar en el hotel, te tienes que dirigir al ascensor, de ahí directo a la 7ª planta. Al salir del ascensor, lo primero que te encuentras es una barra donde los camareros preparan sus mejores cócteles; y en seguida te atenderá alguno de los camareros de sala, acompañándote a tu mesa y ofreciéndote recoger tu abrigo para colgarlo en el perchero preparado para ello. He de decir que todos los camareros que me atendieron fueron serviciales, atentos y muy profesionales. Una vez que te acomodes, y le eches un ojo al local, te darás cuenta de que este restaurante tiene un encanto especial, sus vistas y su decoración elegante no te dejarán indiferente.
✅ Y una vez que tengas la carta en tus manos, no sabrás por cuál de sus apetecibles platos deberás decidirte. Es lo que me pasó a mí, al final le pedí consejo a Maurizio y fue un acierto total. Maurizio di Munno es el chef ejecutivo de todo el Hotel Saratoga, es un chef italiano nacido en Milán, y que tiene una gran trayectoria profesional en diferentes cadenas hoteleras de la isla y fuera de ella. No conocía su cocina hasta que la he probado en el Hotel Saratoga y he de decir que me pareció excelente. Al ser italiano, ha introducido muchos platos de su tierra como la pasta, los risottos o tiramisú, como su especialidad.
Para abrir boca, me sirvieron un aperitivo de cortesía, se trataba de un Micuit de foie de pato con Calvados, canela, tostadas de pasas caseras con mermelada de arándanos y reducción de espinacas, es un aperitivo perfecto para ir abriendo boca. Después probé como entrante el Raviolo verde gigante relleno de queso ricotta, espinacas y yema de huevo líquida con salsa de mantequilla clarificada, salvia crujiente y miel de trufa negra, el plato se presenta con dos raviolos, la yema líquida brota al cortarlos, su sabor junto al queso y la trufa resulta sublime, un plato exquisito y digno de recomendar, aunque el raviolo de encima calentó el de abajo y provocó que la yema del huevo del 2º raviolo se hiciera más de la cuenta, aún así fue un platazo (13€). Uno de los platos fuertes del restaurante son los risottos, así que no dudé en probar el Risotto con formaggio taleggio (queso cremoso italiano con una maduración de 3 meses), achicoria de Verona y nueces caramelizadas con miel y mantequilla, he de decir, que fue uno de los mejores risottos que he probado en años (14€). Suelo decirle a los restaurantes que deben destacar en algo, aunque sea un plato que cocinen diferente y que haga que el cliente vuelva sólo por ese plato, este Risotto sería una de mis muchas razones para volver. Tengo un verdadero problema para encontrar buenos tártaros de ternera, por eso, antes de pedirlo le pregunté al chef: me contó que su Tartar lo hace con ternera blanca de Galicia con huevo de codorniz, aceite de trufa blanca casera que hace él, y le añade un ligero toque de Tabasco y lo sirve con pan de molde crujiente, fue un steak tartar muy diferente, los ingredientes no camuflan el sabor de la carne y me pareció delicioso, eso sí el sabor del aceite de trufa está muy presente, a quien le guste este sabor, disfrutará tanto como lo hice yo (19€). Para continuar, pedí el Filete de rodaballo en salsa de sidra, acompañado de verduras de invierno y polenta cremosa de coliflor, se sirven dos trozos, uno más jugoso y otro más graso, porque se trata de dos trozos de diferentes zonas del rodaballo; además lo acompañan con una deliciosa espuma de albaricoque, y salsa chardonnay reducida al fuego, es un plato que también me encantó (19€). Todos los platos venían con el sello de Maurizio, se trata de una pequeña ramita de hoja de guisante con la que decora todos sus platos, me pareció una firma muy original. De postre, pedí sus dos postres estrella, que un buen cocinero italiano debe hacer a la perfección, una suavísima Panacotta casera con mousse en sifón de frutos rojos (6’50€) y un ligero Tiramisú clásico casero con café expreso y mascarpone (7€).
✅ Hay detalles que marcan la diferencia y que hacen que el restaurante sume o reste. Y uno de ellos fue el hecho de que Maurizio, el chef, saliera de cocina en varias ocasiones a servir, explicar los platos y a entablar feedbacks con los clientes, valoro muchísimo los restaurantes donde tengo el placer de poder conocer al chef y poder hablar un rato con él. También el hecho de que te puedan personalizar los platos; es decir, si sois una pareja, os puede dividir el plato de risotto en dos, o prácticamente cualquiera de los platos que pidáis; eso también es para mí una delicia, ya que soy de compartir y ésta es una manera de poder probar con más detalle el plato.
✅ Aún no os he mencionado otro de los puntos fuertes de este restaurante, y es que todos los Jueves, Viernes y Sábados, y algún que otro Domingo y Lunes, puedes disfrutar de música en vivo. Ofertan conciertos de rock, jazz, jazz fusión, soul, classic jazz, modern jazz, funk jazz, neo soul alternative, habana soul, blues and funk, latin cuban jazz,… Encontrarás su programación mensual en su Instagram.
✅ Además, en la 8ª planta, puedes disfrutar de su Sky Bar con piscina desde donde se puede ver la Catedral de Palma y la Bahía. Ahora se puede subir, pero no hay servicio, abren en Abril para la temporada de verano.
✅ Si además de su restaurante en la 7ª planta, también quieres disfrutar del Gastrobar de la planta baja, que también supervisa Maurizio, encontrarás una deliciosa carta de tapas o menús de mediodía (menú por 15’50€, 1/2 menú por 9€). Y si quieres disfrutar de una velada romántica y tranquila, puedes hacerlo alrededor de su piscina interior arropado por la luz de las velas, además para cenar encontrarás la carta del Blue Jazz Club.
En la 7ª planta no se puede desayunar, pero sí se puede hacer en el Buffet con showcooking del hotel por 17€. Y, si vas en determinados días, por el mismo precio, podrás encontrar 4 desayunos especiales:
- Lunes: fruta fresca, pancaques, batidos y otros alimentos saludables.
- Jueves: sólo los Jueves de verano podrás encontrar una tentativa fuente de chocolate para bañar con pinchos de fruta.
- Viernes: están más enfocados a un desayuno mallorquín salado: con cocas de trampó, cocarrois, empanadas…
- Sábados: encontraréis un desayuno mallorquín dulce, como coca de albaricoque, ensaimadas, cremadillos,…
- Domingos: salmón marinado por ellos con caviar y tostadas. Un desayuno exclusivo, chic y glamouroso.
✅ En definitiva, como digo en el título, fue un exquisito descubrimiento y no tardaré en volver a visitarlo.
Dirección: Paseo Mallorca, 6 · 7ª planta · Palma
Teléfono: 971 727 240
Horario: Abierto todos los días de 12h a 24h.
Precio medio carta: 35€-45€
Servicio: Tienen todos los platos con las pertinentes anotaciones de los posibles ingredientes alérgenos. Ofrecen preciosas vistas aéreas desde el restaurante. Pequeña terraza al mismo nivel del restaurante, y un Sky bar en la azotea desde donde poder ver la Catedral o sa Feixina. Sky Bar abierto en verano, abren a final de abril. Disponen de copas y cócteles, con un pequeño suplemento por el disfrute del concierto.
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